martes, 8 de abril de 2014

EL INGRESO 2

                                   
       EL INGRESO 2 

- No te muevas. Esto va a  doler un poco-. La aguja de la anestesia entra en mi piel a cámara lenta. Primero una muñeca, luego la otra. A decir verdad, todo gira en torno a mí muy despacio. Todos caminan despacio, se mueven y hablan despacio… sus batas blancas, azules o verdes mar ondean despacio con cada paso que dan. Es una sensación paradójicamente mareante.

Mario está sentado a mi izquierda, tranquilo. Él siempre parece estar tranquilo en estas situaciones. Y cuanto más sereno está él, más me saca de mis casillas, aunque reconozco que de no ser él así, quién sabe dónde estaríamos ahora.

Coge mi cara y la gira hacia  la izquierda, forzándome suavemente a mirarlo a él. -Ven. No mires-.

Pero me dejo llevar por la emoción, vuelvo el rostro y miro. Veo a un enfermero con una grapadora descomunal, o al menos eso me parece a mí en ese momento. Sonrío para mis adentros imaginándome que estoy siendo reconstruida por el Doctor Frankenstein en su laboratorio. Mientras otro hombre se esfuerza en juntar los dos extremos de la herida sin ningún tipo de esmero, el portador de la particular pistola me dispara diez grapas en un brazo y tres en otro.

Emocional: “Los hijos de perra, están disfrutando con mi sufrimiento. Seguramente también piensan que soy una desgraciada egoísta que no quería más que llamar la atención.” Miro a Mario. “¿Se está riendo?”.

Racional:No, te está sonriendo, dándote ánimos para que no te sientas sola, para que no sientas el dolor de la carnicería que te están haciendo en las muñecas.”

Emocional: “Lo dudo. Míralo, también él está disfrutando viéndome sufrir. Su plan está siendo llevando a cabo a la perfección. Y soy yo la enferma, hay que joderse...”

Me pintan la frente de amarillo con un algodón y me pegan unas pegatinas alargadas blancas. Ahora sí parezco un monstruo poco elegante.

-Pronto te verá el psiquiatra de guardia. El celador te acompañará a la consulta.-Me dice de espaldas mientras se quita los guantes de látex uno de los hombres a los que le debo la obra de arte recién terminada.

Emocional: “Oh no. No, no, no. Ni hablar. Me han curado, pues me voy. Me prometió que esto sería todo. Me ha mentido. Otra vez me ha mentido.

Cual remolino de polvo que levanta un vendaval, mis pensamientos irracionales crecen en cuestión de milésimas de segundos. Mi ira se desata y estalla. Esta vez no me escondo, no la escondo. Esta vez exteriorizo mi irracionalidad creciente.

-Me dijiste que vendríamos a curarme, y nos iríamos. Lo dijiste. Lo prometiste. Eres un mierda, vuelves a incumplir tu palabra. ¿O es que has hablado con algunas de tus amiguitas enfermeras? Ah, seguro que es eso… ya pusiste en marcha tu plan, ¿no?. Me quieres muerta ¿verdad?.  
-     No, Julia. No, conozco a nadie en urgencias. No he hablado con nadie.
- ¡Aja! Tú mismo me estás dando la razón. No desmientes que no quieres verme muerta. A mí no me engañas. Soy bruja. 
   -    Vamos a esperar a que te vea el psiquiatra y después hablamos de lo que quieras.                                                                                        -      Otra vez desviando el tema, tratándome como tonta, o como una loca. ¡NO ESTOY LOCA!

Tengo tanta furia dentro, que podría romper cristales con la mirada. Su cara me produce nauseas.

Racional:Para. Cierra los ojos y respira hondo. Uno, dos, tres…. Cálmate, Julia. El pobre intenta ayudarte, pero ni sabe cómo ni le dejas espacio con tu ira.”

-Tienes razón. Está bien, veré al psiquiatra, pero me va a oír. (Ya estamos… la emocional de nuevo se apodera) porque te odio. Te odio tanto que te escupiría. - Se vuelve - ¡No me vuelvas la cara, estúpido! – En este momento me imagino mis ojos rojos endemoniados y dientes incluso afilados.-Todo esto es culpa tuya, estoy aquí porque me dejaste caer tú. No te importo una puta mierda. Es por ti que no soy nadie, es por ti que voy a morir. ¿Contento? Tú ganas, ¡TÚ GANAS!

La consulta donde nos han hecho esperar al medicucho de turno se hace más pequeña. Me asfixio. Sólo hay una ventana muy pequeña y muy alta, me falta el aire. Aire, aire, aire… Dios, el corazón parece salirse del pecho, no aguanto esta presión.

Va llegando, lo noto, y de repente llega. No existe el control, no veo ni pienso nada. No siento dolor físico en las manos, sólo siento adrenalina y calambres en los dedos de las manos y en los pies. Soy un animal salvaje, indomable, echando babas por la boca y con los ojos desencajados del cólera. Casi me imagino ahora con el pelo sucio, enredado y semi desnuda. Así me veo desde fuera, avergonzada, cuando empiezo a destrozarlo todo. Camilla al suelo, papelera rodando, silla volando por los aires, el armario no cede… -¡MIERDA! ¡PUTO ARMARIO! Noto manos alrededor de mi cuerpo, no puedo moverme. -¡Dejadme hijas de puta! ¡Que tengo grapas! ¡Dejadme!-. Veo a una de las mujeres con algo en la mano-. ¡No! – Grito aterrorizada. -¿Qué haces? No me pinches… Perdón, perdón, perdón…Por favor, por favor, por favor…

El forcejeo entre las enfermeras y yo parece durar una eternidad. No sé cómo lo logré, teniendo en cuenta mi lesión, pero entre mis turbios recuerdos del bochornoso evento encuentro batas desgarradas a tirones. La particular y triste lucha termina cuando noto la tercera agua de la noche en mi carne. Me rindo y me siento en el suelo con un trozo de tela azul en la mano. Lloro como una niña pequeña que se ha perdido en un supermercado: incrédula, asustada, sola. .-¡Mamá! ¡Dónde estás, mami! No puede ser… no puede ser… No me dejes aquí, mamá. Ven a por mí, por favor.-



Cuando me despierto, estoy tumbada boca arriba en una camilla. El techo es azul claro. Me duele la cabeza, noto que mis ojos han estado cerrados bastante tiempo y mis tobillos se sienten pesados. Levanto la cabeza con esfuerzo. Todo me da vueltas. No me puedo creer lo que veo: me han atado. 



...

3 comentarios:

  1. Desquiciada completamente,...

    Había sido tal su ingésta de ansioliticos a lo largo de por lo menos 10 años que a esas alturas el efecto que le hacían a esa pobre desgraciada era el contrario...se hacía más chula, mas prepotente, más fría, mas racional...

    -(hasta que te pillen-pensaba el demonio que tenía dentro).Ese que la desgarraba cada vea que tenía que comportarse políticamente correcta y sin saber por qué él tenía la enorme capacidad de anular la voluntad de ella como mujer, como persona y como todo tomando las riendas de sus pensamientos, emociones, acciones y reacciones de una manera enfermiza... silenciosa y cruel).

    Y la pillaron....
    Después de destrozar mobiliario, insultar a quien se pusiera por delante, atentar contra la autoridad , resistirse y estar totalmente fuera de control,...mordiendo lo que pillara, a patadas, puñetazos y arañazos...

    Fatal y vergonzoso ( ésto lo pensaría después...cuando volviera a ser "ella").

    -El demonio que llevaba dentro le repetía, "no lo lograras, la has cagado pero bien, de éstas no te escapas. jajajajaja, con lo lista que te crees!
    Eres una maldita loca."... "No tienes remedio, me perteneces!.Serás mi esclava hasta que me plazca.

    Te dejo, ..
    Ya tienes tu merecido...
    No aprenderás nunca jajajaja.

    Y se despisto...
    Se metió en una ratonera sin salida para refugiarse, se puso en posición fetal, solo querría desaparecer quizás.....sudaba, temblaba, lo sabía, era el fin...era cuestión de fuerza y tiempo...cerro el pestillo de la puerta-ilusa ella!-...

    Todavía piensa en cómo lo hicieron...

    Estaba tan sobrepasada de ansiolíticos que empezaba a estar fría y atontada...

    Alguien le agarró de la chaqueta y la sacó...ya no podía resistirse, pelear ni correr más....ya no eran necesarias 5 personas para sujetarla y reducirla...

    Ella, su ser, había pasado a un segundo plano. no le dolía nada y poco a poco entraba en una fase REM que solo se rompía por pocos minutos, irremediablemente sabia dónde iba y lo que la esperaba...la faja del abdomen, las manos y las piernas sujetas...

    Quedaría poco para llegar a su destino de paredes blancas, trajes azules, verdes...y seguridad.
    El sueño se rompió, el demonio por suerte volvió y como una bestia hizo a los de alrededor todo el daño del que fue capaz hasta utilizar su último aliento y sus mermadas fuerzas...con ellos no lo consiguió...

    Una enfermera muy joven y sonriente, le guiña un ojo...le pregunta si prefiere el mar o la montaña,mientras le acaricia el pelo (como cuidando a una hermana mayor enferma)justo lo que ella más necesitba
    ...cierra los ojos y quizás haya pasado una eternidad....hasta despertar.

    El demonio se rinde, se ha marchado y ella descansa, _SOLA_

    No recuerda cuanto tiempo pasó...
    Al despertar...sintió y vio para su desgracia, lo que sabía que pasaría!.Lo que tanto temía...:
    ESTABA ATADA Y SOLA.

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    1. Demonios interiores, mentes irracionales que te empujan a un lado y a otro. Desde fuera parece un triste circo haciendo portada de periódico macabra. Es vital que desvelemos lo que se cuece dentro con mis ingredientes, los tuyos y los de todos los que puedan colaborar para combinarlos juntos y bien mezcladitos en este proyecto. Gracias nena.

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  2. que gran verdad es tal y como lo describes me encanta este blog

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