viernes, 30 de mayo de 2014

Mi reino, mi infierno.



Mi cama, mi refugio, mi reino, mi infierno.

Nadie a quien recurrir. Todo esto es por mí.

Susurran, murmuran, dicen, señalan. – Todo esto es por ti.-

Sí. Todo esto es por mí; por no saber  guiar los signos de mi cabeza, por no saber escoger las nubes blancas y dejar que las negras arañen mi espalda con esta merecida tormenta.

Todo  esto es por mí; es el karma por haber nacido en piel maldita, piel blanca y de colores chillones que asustan a cuantos tocan su desagradable fulgor. Me río de ello; vuelvo la cara y lloro de soledad en mi cascarón: mi cama, mi envoltura.


Algún día  ¡algún día! seré mariposa. Y tendré colores bonitos que no asusten. Y podré volar aunque sea por un día.  Pero hoy soy gusano. Un pobre y repugnante bicho que se arrastra a la más mínima dificultad en mi cama, mi refugio, mi reino, mi infierno.


Verónica E. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario